Alfonso era lo que en la actualidad llamaríamos un estudiante “prodigio”: ¡Se licenció en derecho antes de cumplir 16 años! Provenía de una familia adinerada de Nápoles, Italia, y contó con todos los privilegios desde el momento en que nació en 1696. Sin embargo, sus padres, personas espirituales y devotas, le enseñaron que la bendición más grande que había recibido era su fe: rezaba a menudo y asistía a Misa aun en días en los que se presentaría ante un tribunal.
Read More »