Festividad: 29 de abril
Canonización: julio de 1461
Catalina nació en 1347 y fue la penúltima de 25 hijos en una familia que vivía en Siena, en Italia. Le gustaba mucho rezar desde que era pequeña, y a la edad de siete años hizo un voto privado de castidad y celibato para consagrar su vida a Dios. Catalina murió en 1380, cuando tenía sólo 33 años, y en su caminar tocó la vida de muchas personas. Una de ellas fue el Papa Urbano VI: En 1378 la Iglesia estaba dividida porque dos hombres aseguraban ser el Papa, y fue Catalina la que logró que los cristianos reconocieran a Urbano como el verdadero Papa.
Catalina acompañaba a los reos de muerte en su camino al patíbulo, cuidaba a los enfermos de la peste, y trabajaba en hospitales. Compartía con la gente el mensaje sencillo que Dios le había transmitido en oración: crecer en santidad. A través de nuestras palabras, acciones y decisiones, logramos acercarnos más a Dios y podemos elegir, como ella, trabajar por el Reino de Dios.
Las cartas que Catalina escribió son consideradas grandes obras espirituales. Se le representa con un libro y un lirio, una corona de espinas o un corazón. Fue canonizada en 1461 por el Papa Pío II, declarada Doctora de la Iglesia en 1970, y es uno de los dos Santos Patronos de Italia.
Conexión con Sean Mis Discípulos®
Grado 1, capítulo 3
Grado 2, capítulo 11
Grado 5, capítulos 3 y 18
Conexión con Bendecidos®
Grado 2, capítulo 17
La historia de nuestra iglesia, unidad 4
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