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Cuando era un joven pastor, Pascual era tan honesto que en una ocasión se ofreció a dar dinero a los agricultores para pagar cualquier daño causado cuando sus ovejas caminaban a través de sus cultivos. Nacido en una familia pobre española en 1540, Pascual se puso a trabajar de pastor a la edad de los 7 años. Él oraba a menudo cuando oía las campanas de la iglesia de la ciudad sonar durante la Misa. Trabajó arduamente para enseñarse a sí mismo a leer y cuando podía, leía libros religiosos mientras cuidaba sus ovejas. Él era tan santo aún de joven que sus amigos le llamaban "Beato Pascual."

Beda, o el Venerable Beda, como a veces se le llama, vivió de alrededor del año 673 hasta 735 en Inglaterra. Pero sus escritos fueron tan importantes que la gente todavía los estudian hoy.

Nació muy cerca del monasterio en Northumberland donde pasó mucho de su vida. Su nombre viene de la palabra del inglés antiguo que significa oración, por eso es posible que sus padres siempre hayan deseado de que él entrara al monasterio. Lo enviaron ahí a la edad de siete años para que se educara.

En la misa del día de la festividad de San Felipe Neri, oramos: "Dios nuestro… infunde en nosotros tu Espíritu de amor para que sepamos vivir alegremente el Evangelio " (Misal Romano, p. 481). Felipe era conocido por su alegría y sentido del humor. Él usó estos dones para servir a Dios y ayudar a otros a crecer en la fe.

Columbano (521-597) nació de una familia real en Donegal, Irlanda, pero es más conocido como uno de los santos escoceses más famosos. Se convirtió en monje a una edad temprana y fundó monasterios en diferentes partes de Irlanda. Se vio obligado a abandonar Irlanda debido a una disputa personal que se convirtió en una guerra. Obispos y abades lo exiliaron de Irlanda, y doce compañeros de sus monasterios se fueron con él.

Te sorprende que un hombre que una vez quiso llevar a los cristianos a la muerte se convirtiera en uno de los más grandes santos de la Iglesia? Ese hombre es San Pablo.

Resulta imposible imaginar que uno de los más allegados a Jesús no creyera al principio en la Resurrección y, sin embargo, el Apóstol Tomás dudó: su incredulidad nos revela cuán importante es el don de la fe.

Benito nació en el seno de una familia noble en Nursia, Italia, alrededor del año 480 d. C., y se educó en Roma. Posteriormente, su deseo de orar en soledad, lo llevó a vivir en una cueva cerca de Subiaco durante tres años, en los que se empezó a hablar de su ejemplo y sus virtudes. Algunos hombres le pidieron que les enseñara a vivir una vida santa y alrededor del año 529 d.C., fundó con ellos un monasterio en Montecasino cerca de Nápoles, en Italia, y escribió una regla, o método de vida, en la que los monjes prometían vivir en la pobreza, obedecer al abad o a su superior, permanecer puros, y quedarse en Montecasino aún cuando la situación se tornase difícil.

Cuando Francisco fue ordenado, pensó que iba a pasar su vida como un sacerdote común en su patria española. No sabía que su deseo de seguir a Jesús lo llevaría a tierras extranjeras para compartir la Palabra de Dios.

Cuando tenía 30 años, Ignacio pasó de trabajar como soldado para trabajar como misionero de Dios. Había nacido en 1491 en una familia noble en el País Vasco de España. Era el más joven de 13 niños y tenía solo siete años cuando su madre murió.

Alfonso era lo que en la actualidad llamaríamos un estudiante “prodigio”: ¡Se licenció en derecho antes de cumplir 16 años! Provenía de una familia adinerada de Nápoles, Italia, y contó con todos los privilegios desde el momento en que nació en 1696. Sin embargo, sus padres, personas espirituales y devotas, le enseñaron que la bendición más grande que había recibido era su fe: rezaba a menudo y asistía a Misa aun en días en los que se presentaría ante un tribunal.